¿Son realmente naturales mis cosméticos?
Durante los últimos años la demanda en cosméticos naturales ha aumentado exponencialmente. La publicación de nuevos informes, ingredientes dudosos y las exigencias de los consumidores ante productos más saludable ha hecho que cada día sea más fácil encontrar una tienda de cosmética natural.
No obstante, es importante seleccionar un punto de venta especializado ya que cada día son más las grandes superficies que ofrecen cosméticos publicitados como naturales con ingredientes realmente dudosos.
¿Qué es un cosmético natural?
Los productos naturales solían venderse principalmente en tiendas naturistas y mercados de agricultores con etiquetas decoradas con imágenes de hojas. Era un nicho muy específico y la industria de la belleza no lo tomaba muy enserio.
Sin embargo, ahora las nuevas y elegantes marcas que se posicionan como alternativas “más limpias” a la corriente principal están explotando. No obstante, no todo lo que se anuncia es más saludable.
Actualmente, no existe una regulación que defina qué es un cosmético natural, ecológico, orgánico o bio.
Cuando el consumidor lee la palabra natural piensa en un cosmético con ingredientes vegetales y sin ningún conservante, silicona, sulfato o aditivo. No obstante, a falta de una regulación que defina qué es un cosmético natural, son muchas las grandes marcas que utilizan el término natural como reclamo.
Los términos «limpio» y «natural» a menudo se usan indistintamente y son los más comunes; también es habitual encontrar etiquetados como «seguro», «verde» y «no tóxico».
Sin embargo, en muchas ocasiones, estás etiquetas solo se utilizan para atraer al público ya que al leer el listado de ingredientes se puede encontrar más de una sorpresa como sulfatos, siliconas o parabenos.
Greenwashing
Las empresas son cada vez más conscientes de la tendencia a comprar «ecológicamente» y sus equipos de marketing se aprovechan de ella a través del «lavado ecológico» o más conocido como greenwashing.
Calificándose de forma engañosa de respetuosos con el medio ambiente, a pesar de la cantidad de sustancias químicas nocivas que contienen los productos o la huella de carbono de sus prácticas de fabricación y distribución.
Muchas de estas empresas gastan más en sus campañas de marketing que en esforzarse realmente por hacer que sus empresas sean menos dañinas para el medio ambiente.
Etiquetados verdes con hojas, términos como natural o verde son algunos de los reclamos que utilizan las grandes marcas para atraer ventas.
Debido a la gran confusión que existe actualmente en el mercado, la forma más sencilla para detectar cosméticos que realmente sean naturales es prestar atención a la lista de los ingredientes o los certificados que cuentan.
Certificados en cosmética natural y ecológica
La mejor forma para saber si uno se encuentra ante un cosmético natural es acudir a una tienda especializada o prestar atención a la lista de ingredientes.
No obstante, es una tarea muy difícil ya que la actual normativa europea exige que los ingredientes cosméticos se nombren con sus nombres científicos en latín o en inglés.
El INCI (International Nomenclature of Cosmetic Ingredient) es la metodología que se utiliza para nombrar los ingredientes en los cosméticos. Los componentes se ordenan de mayor a menos cantidad y cuando se trata de plantas y extractos se debe nombrar el nombre botánico de la planta en latín junto con la parte que se extrae en inglés.
En consecuencia, una persona que no esté familiarizada con los cosméticos naturales le resulta extremadamente difícil saber si la crema que tiene entre manos es realmente ecológica o no.
Ante esta incertidumbre los certificados naturales pueden ser un buen punto de partida para identificar los cosméticos que realmente se definen como naturales.
Entre las certificadoras más habituales en Europa destacan:
- Ecocert
- Soil Association
- BDIH
- Natrue
- Bio.inspecta
- ICEA
- Cosmebio
- Eco Control
Son asociaciones que ante la falta de una legislación que defina qué es un cosmético natural u ecológico han lanzado sus propios sellos para ayudar a los consumidores a identificarlos.
La mayoría de ellos cuentan con dos sellos donde certifican que se trata de un cosmético natural (donde los ingredientes vegetales pueden no proceder de la agricultura ecológica) y cosmético ecológico (donde exigen un mínimo de ingredientes procedentes de la agricultura ecológica).