El papel de los probióticos en el deporte
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los probióticos son microorganismos o bacterias vivas que, cuando se administran en cantidades adecuadas, pueden modificar la flora microbiana del intestino y aportar un beneficio para la salud.
La OMS también ha advertido que la resistencia a los antibióticos es hoy una de las mayores amenazas para los deportistas y la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo. Los antibióticos alteran la microbiota intestinal y debilitan el sistema inmunitario de los deportistas.
Los deportistas que participan en competiciones exigentes pueden sufrir una carga de entrenamiento excesiva, trastornos del sueño, estrés psicológico durante las competiciones y contrastes extremos ambientales.
Este estrés extenuante y prolongado en el tiempo altera la microbiota intestinal. Esta alteración provoca un aumento de la probabilidad de aparición de síntomas y bajada de rendimiento.
Alteración de la microbiota
Los viajes, los cambios de alimentación y la falta de higiene en los lugares de entrenamiento no ayudan al bienestar del deportista. Estas condiciones favorecen que los deportistas estén más expuestos a las bacterias patógenas causantes de enfermedades. Estos son algunos del síntomas habituales que aparecen cuando se altera la microbiota intestinal:
-
- Calambres abdominales
- Acidez de estómago
- Náuseas y vómitos
- Diarrea
- Infecciones microbiológicas
La puerta de entrada principal de los microorganismos patógenos en nuestro cuerpo es vía el tracto intestinal. El estado de salud del intestino de un deportista es primordial para un buen rendimiento. En el intestino se digieren los alimentos y es dónde se absorben los nutrientes.
A diferencia de otros suplementos dietéticos, muy utilizados por los deportistas, los probióticos contienen microorganismos vivos, viables. Estos, en proporciones adecuadas, tienen la finalidad de modular la calidad de la microbiota intestinal, y por tanto proporcionar efectos beneficiosos para la salud intestinal e inmunológica del deportista.
Cada deportista tiene su propia microbiota intestinal. Estas diferencias dependen del volumen de ejercicio y la cantidad de consumo de proteínas. Por ejemplo, hay cepas probióticas específicas que pueden reducir el número de episodios, la gravedad y la duración de las infecciones del tracto respiratorio superior.
Estos beneficios dependen de la cepa y de la dosis. La dosis mínima eficaz y el método de administración (potencia por dosis, frecuencia de la dosis y forma de administración) de una cepa probiótica específica depende de los estudios de validación que se hayan realizado para esta cepa en particular.
Antes de comprar un probiótico debes fijarte que la etiqueta del producto contenga el género, la especie y la cepa de cada microorganismo vivo. De mismo modo, debe aparecer la cantidad total estimada de cada cepa de probióticos al final de la vida útil del producto, medida por unidades formadoras de colonias (UFC) o células vivas.
Principales beneficios de los probióticos en los deportistas
Según el Comité Olímpico Internacional (COI), cuando probióticos se administran por vía oral durante varias semanas pueden aumentar la cantidad de bacterias beneficiosas en el intestino. Las investigaciones preclínicas realizadas en personas concluyen posibles beneficios probióticos para los deportistas:
-
- Mejor recuperación de los músculos tras el entrenamiento.
- Aumento de la composición corporal y masa corporal magra, disminuyéndose la cantidad de grasas no deseadas.
- Reducción del nivel de cortisol. Esto indica una mejor respuesta estrés físico y mental.
- Reducción de lactato producido por el ejercicio, y por tanto mejora en la recuperación física.
- Aumento de la síntesis de neurotransmisores, la cognición y el estado de ánimo.
Hay estudios [1] que demuestran que los probióticos de los géneros Bifidobacteria y Lactobacilo, pueden producir vitaminas B, esenciales para la producción de energía. El Lactobacillus reuteri CRL1098 es particularmente útil para producir vitamina B12 [1], que es particularmente importante para la producción de energía debido a su participación en la producción de glóbulos rojos.
Cepas de Bifidobacterium lactis Bl-04 y Bifidobacterium lactis Bi-07 han demostrado reducir el riesgo de contraer infecciones e influir positivamente en las respuestas inmunitarias en múltiples ensayos clínicos. Por su parte, la cepa Saccharomyces boulardii [2] es útil para mejorar los síntomas ocasionales relacionados con la diarrea.
Lactobacillus acidophilus refuerza la inmunidad, ayuda a la digestión y apoya los niveles de energía. Y así, existen multitud de cepas diferentes con beneficios para los deportistas.
Donde encontrar suplementos probióticos
La dieta de un deportista tiene una gran influencia en la composición de su microbiota intestinal. El tipo de dieta puede alterar el tipo de crecimiento de diferentes poblaciones microbianas intestinales. Un desequilibrio de la microbiota puede hacer aumentar el nivel de microorganismos patógenos y afectar a la salud de deportista en tan sólo 24h.
Los suplementos probióticos se pueden comprar en forma de cápsulas o tabletas, bolsitas de polvo, en forma de líquido, barras nutritivas y también en alimentos naturales como el yogur, entre otros.
Hay algunos alimentos fermentados, como el kéfir, chucrut, miso o el kimchi, que contienen bacterias vivas con actividad probiótica. Aunque no hay suficientes estudios realizados en este tipo de alimentos debido a los problemas de estabilidad durante la fabricación y la vida útil, se pueden incorporar en una dieta equilibrada sin riesgo para el deportista.
Los carbohidratos complejos, como la fibra del almidón, son bien conocidos por su profundo efecto sobre la microbiota intestinal. Un mayor consumo de fibra dietética aumenta la riqueza y diversidad microbiana. El incremento en el consumo de grasas puede promover concentraciones más altas de bacterias tolerantes a la bilis.
Hay camino por recorrer para demostrar científicamente la función concreta de los probióticos en la salud de las personas. Sin embargo, cada vez estamos mucho más cerca.
Bibliografía:
[1] LeBlanc JG, Milani C, de Giori GS, Sesma F, van Sinderen D, Ventura M. Bacteria as vitamin suppliers to their host: A gut microbiota perspective. Curr Opin Biotechnol. 2013;24(2):160-168.
[2] McFarland L V. Systematic review and meta-analysis of saccharomyces boulardii in adult patients. World J Gastroenterol. 2010;16(18):2202-2222.