Cómo mejorar la salud intestinal de tus niños
Un estudio reciente ha demostrado que el microbioma intestinal debe considerarse como un sistema de órganos que tiene efectos importantes en el desarrollo infantil. Por lo tanto, el cuidado de sistema intestinal desde la infancia es fundamental, por ello vamos a enumerar a continuación una serie de consejos para hacer que tus hijos crezcan fuertes y sanos, con una microbiota saludable y equilibrada.
¿Por qué es importante la salud intestinal para los niños?
Los microbiomas de los niños se especializan en funciones como sintetizar vitamina B12, controlar la inflamación y metabolizar los aminoácidos involucrados en el eje intestino-cerebro. Estas funciones son importantes para el crecimiento y desarrollo de pulmones, sistema nervioso central, función cognitiva y sistema inmune.
Además, las investigaciones sugieren que la infancia es una importante etapa de formación para los microbiomas de los niños. Esto significa que el cuidado de la salud intestinal a edad temprana es decisivo y podría afectar al confort intestinal en la edad adulta.
Enzimas digestivas para niños y bebés
Si tu hijo padece dolor de estómago, es probable que deba recurrir a un medicamento indicado por el pediatra. También debes saber que las enzimas digestivas, u otros suplementos alimenticios infantiles, pueden ser beneficiosas para los niños, siempre y cuando su uso esté aprobado por un profesional de la salud, siguiendo sus pautas.
Por ejemplo, las enzimas son recomendables para niños e incluso para bebés que comen alimentos sólidos. Es importante ajustar la dosis de enzimas para los niños según el tamaño de la comida, no según la edad o el peso corporal, ya que las enzimas no se absorben en cantidades significativas en los intestinos.
¿Sabías que nuestro cuerpo produce y secreta enzimas digestivas de forma natural? Esto lo hace para ayudar en la absorción de los nutrientes que consumimos y facilitar la digestión de los alimentos ingeridos. En cambio, en algunos casos, nuestro cuerpo no puede proporcionar suficientes enzimas digestivas, lo que retrasaría la digestión y provocaría flatulencias incómodas, gases y malestar digestivo.
No obstante, a los bebés amamantados no se les deben administrar enzimas proteasas (estas descomponen las proteínas), ya que podrían inactivar los anticuerpos y otros factores proteicos que se encuentran en la leche materna. Las madres, sin embargo, pueden tomarlas sin ningún problema. De hecho, tomar enzimas ayudará a aumentar la ingesta calórica y la absorción de nutrientes que ayudan a la madre mientras amamanta.
Consejos para mejorar la salud intestinal de los niños
Los desafíos comunes y los patrones de estilo de vida durante la temporada escolar pueden socavar la salud intestinal en la infancia y la adolescencia e interrumpir el desarrollo saludable del microbioma. A continuación, enumeramos algunas pautas que pueden servir de ayuda para los padres preocupados por la salud intestinal de los más pequeños:
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Una alimentación sana
Los refrigerios envasados y la comida rápida suelen estar llenos de azúcar, grasas y carbohidratos refinados, pero no de fibra. Este tipo de comida ultraprocesada puede aumentar las bacterias dañinas en el intestino y hacer que el microbioma avance hacia un estado proinflamatorio. Es preferible evitar en la medida de lo posible la comida rápida e incrementar el consumo de fibra en la dieta de los niños.
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Evitar el estrés
Se ha demostrado que los períodos de mucho estrés, como una gran carga de tareas, promueven el intestino permeable en estudios con animales. Esto permite que patógenos, proteínas y otras partículas pasen al torrente sanguíneo desde el intestino, lo que puede provocar inflamación, alergias y problemas inmunológicos. De hecho, el estrés también es un factor de riesgo para el síndrome del intestino irritable (SII).
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Dormir lo suficiente
Cada vez son más los niños que se quedan despiertos hasta tarde haciendo los deberes, viendo la televisión o utilizando el móvil. Más de una noche de sueño interrumpido puede reducir la diversidad microbiana o aumentar la producción de compuestos proinflamatorios, entre otros factores negativos que afectan al sistema intestinal e incluso al estado de ánimo a través del metabolismo alterado de los neurotransmisores.
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Mantenerse activo
Varios estudios apuntan que los niños entre 6 y 18 años pasan una media de 7,5 horas al día frente a pantallas. Lamentablemente, estas cifras muestran una tendencia ascendente, esto también es una mala noticia para la salud intestinal de los niños. El estilo de vida sedentario puede reducir la cantidad de bacterias intestinales que promueven la salud y la diversidad bacteriana general.
Cómo prevenir y combatir las molestias intestinales en niños
Independientemente de los desafíos que enfrenten tus hijos durante el año escolar, un buen plan de salud intestinal puede ayudarlos a salir adelante con sus microbiomas intactos, o incluso más sanos que antes:
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Una dieta saludable para el intestino
Como hemos mencionado anteriormente, es importante subrayar que la forma número uno de apoyar un microbioma en crecimiento es alimentando a tus hijos con más fibra (verduras, frutas, cereales integrales, etc.). Los microbios intestinales buenos descomponen las fibras prebióticas de estos alimentos para producir compuestos que mejoran la salud intestinal, reducen la inflamación y apoyan la inmunidad.
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Fomentar la actividad física
El ejercicio aumenta la diversidad microbiana, estimula las bacterias intestinales que apoyan el sistema inmunológico y reduce el riesgo de cambios en el microbioma relacionados con la obesidad. En niños con obesidad, la práctica deportiva puede cambiar el microbioma hacia un equilibrio más saludable, reduciendo las señales proinflamatorias.
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Practicar una buena higiene del sueño
Los niños de secundaria necesitan entre 8 y 12 horas de sueño cada noche para recargarse. Por el bien de su salud intestinal, debes poner límites a la hora de acostarse, incluso para los adolescentes. Además, la luz azul de los teléfonos y televisores puede alterar los ritmos circadianos de niños y mayores, privándolos de un sueño reparador.
Referencias
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