Artritis y alcohol

Desde mi diagnóstico en reumatología en febrero del 2010, hasta que dejé el Metotrexato, pasaron algo más de dos años.

Desde entonces no me resigné a dejar de hacer mi vida, seguí jugando al Pádel y montando en bici; pero a la hora de salir con mis amigos algo había cambiado. YA NO BEBÍA ALCOHOL.

Me convertí en el «Lince» perfecto. Salía por la noche y mientras mis amigos se tomaban unas copas, yo bebía diferentes refrescos con cafeína para no morirme de sueño.

Los peligros para la salud de las bebidas alcohólicas

El alcohol está muy instaurado en nuestra sociedad. La ingesta de bebidas alcohólicas están en nuestro ADN. Asociamos fiesta con beber y salir de noche con beber. Esto para mí se había acabado, pues era consciente de que tenía artritis, tomaba Metotrexato y no quería dañar otra parte de mi organismo, como mi hígado.

La verdad es que con sólo dejar el vino en las comidas del fin de semana y alguna copa que otra cuando salía, perdí entre cuatro y seis kilos, algo que debo decir, me vino bien. Como sabréis, el sobrepeso nunca viene bien, pero en el caso de la artritis no es nada recomendable.

Me adapté rápidamente a mi nueva vida y opté por beber cerveza SIN alcohol cuando tomaba algo fuera de casa. Nunca fui un amante de los refrescos carbonatados y además me hacían sentir el estómago como un globo.

Mientras tanto, y como sí algo dentro de mi me lo indicase así, seguía buscando alternativas a la medicina convencional. Pero sólo encontraba anuncios de doctores o vete tú a saber que, prometiendo milagrosas curaciones sin ningún rigor científico detrás. «Cúrese con mi método»

Así rezaba uno de los eslóganes de uno de ellos, que curiosamente se preocupaba más de facilitar las formas de pago que de explicar las bondades de su método.

Alcohol y articulaciones

Finalmente, en Junio del 2012, di con la página del Sr Astudillo, que ha hablaba de seguir una dieta, «La dieta ancestral» de un doctor francés llamado Jean Seignalet, que prometía una increíble mejoría en enfermedades como la Artritis en las personas que la habían seguido. Algo que me convenció, fue que no pedía dinero a cambio de ella. Es más, encontré diferentes webs que hablaban de ella y otras que incluso, tenían recetas para hacer más llevadera su adaptación.

Comencé a leer más sobre esta dieta e incluso contacté a través de Facebook con el Sr Astudillo para asegurarme de que era una persona real.

La semana que viene, os contaré más sobre la Dieta ancestral del Doctor Jean Seignalet y como me ha ido con su seguimiento.