Alimentación y nutrición: Procesos relacionados pero diferentes
En una publicación anterior os invité a comparar el organismo humano con el motor de un coche, con la finalidad de haceros visualizar de forma gráfica la importancia de incluir en nuestro organismo el «combustible» adecuado y necesario para hacerlo funcionar correctamente.
Alimentación y nutrición
Además dejé unas preguntas en el aire para hacer reflexionar sobre la posibilidad de que una correcta alimentación nos pueda ayudar a evitar desarrollar ciertas enfermedades comunes en la población que vive en países desarrollados, enfermedades que, normalmente, están relacionadas con el sedentarismo y con los abusos de nuestra gastronomía. Bien, en publicaciones posteriores iré informando poco a poco de las pautas adecuadas para hacer una correcta distribución de los alimentos y con ello, una correcta alimentación durante toda la vida. Pero, no empecemos a construir la casa por el tejado, empecemos por el principio… Para comprender y aprender a distribuir los alimentos antes tenemos que saber de que están compuestos, información que de manera fácil y amena iré facilitando poco a poco. Lo primero que debemos aprender es a diferenciar ALIMENTACIÓN de NUTRICIÓN.
La alimentación es un acto voluntario, donde tú eliges el ALIMENTO, lo cocinas como deseas y VOLUNTARIAMENTE lo introduces en la boca y masticas con la finalidad de que comience el proceso de digestión. Una vez que el alimento pasa de tu garganta, ya comienza un proceso diferente, llamado NUTRICIÓN.
La nutrición es un proceso INVOLUNTARIO, que consiste en transformar los alimentos en NUTRIENTES, mediante los procesos químicos con los que cuenta nuestro sistema digestivo. Todos los alimentos que conocemos acabarán transformándose en mayor o menor medida en solo 5 nutrientes: hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales. Más adelante hablaré de cada uno de ellos.